La ruta de los Montes Obarenes
Los montes Obarenes, estribaciones más meridionales de la Cordillera Cantábrica, constituyen la barrera natural que separa Castilla, las tierras de La Bureba, del País Vasco. Al norte se sitúa el Ebro, y haciendo un arco pasamos por el lugar donde el Oca, río de La Bureba, se une a él, hasta alcanzar las Conchas de Haro. Las sierras de Oña, Pancorbo, Arcena y La Llana se incluyen dentro de estos montes.

Saliendo de Pancorbo es recomendable dirigirse a la carretera de Oña, donde puede apreciarse el desfiladero por donde el río Oca desemboca en el Ebro. Desde Horadada de Oña es interesante alcanzar el Valle de Tobalina y Trespaderne, donde se puede contemplar el angosto desfiladero por donde fluye el Ebro, franqueado por imponentes roquedales.
También resulta interesante dirigirse en dirección a La Rioja y en Fondea desviarse para alcanzar la Foz de Miriel u Hoz de Fondea. Finalmente destacamos el estrecho desfiladero en la sierra de Arcena por donde corre el río Purón, y las Conchas de Haro.
Este recorrido presenta una oportunidad única al viajero de contemplar la riqueza del paisaje de la zona, de gran belleza, donde se aprecia la acción de la naturaleza en los mismos montes, como los ríos se abren paso por las tierras de la Bureba.
Ruta por los pueblos de La Bureba
A lo largo de la ruta propuesta conoceremos una serie de pueblos y villas, con sus agradecidos paisajes, de mayor personalidad en la región.
-
Briviesca
Capital de La Bureba, destacaremos de interés turístico los siguientes monumentos: la Iglesia Colegial de Santa María, en la que destaca el altar de Santa Casilda, el Convento de Santa Clara, del siglo XVI, con su bonito retablo y la Iglesia de San Martín con portada de estilo plateresco.
-
Santuario de Santa Casilda
Es recomendable visitar este santuario, de mediados del siglo XVI, por lo agradable de su paisaje, donde encontramos los denominados pozo blanco y pozo negro.
-
Poza de la Sal
Se trata de una población típica muy antigua, controlando el valle del arroyo Torca Salada. Poza conserva restos de una amplia variedad de épocas históricas. Por sus estrechas calles nos encontramos una serie de monumentos: la Iglesia de San Cosme y San Damián, de estilo gótico, con los retablos de la Virgen del Rosario y de San Andrés; el edificio del Ayuntamiento, asentado sobre la muralla del siglo XVI; las Murallas, levantadas en el siglo XIV, de la que destaca la Puerta Alta, su entrada más antigua; la Casa de Administración de Salinas, del siglo XVIII; finalmente está el Castillo de los Rojas, del que se conservan algunas bóvedas y muros exteriores.
-
Oña
De origen medieval, Oña alcanza su mayor esplendor cuando el monasterio de San Salvador es fundado a comienzos del siglo XI por el conde Sancho García. Fue uno de los más importantes de la época y sufrió sucesivas reformas a lo largo de los siglos. Hoy es utilizado como sanatorio psiquiátrico.
Anexa al monasterio de San Salvador se encuentra la iglesia del mismo nombre, que contiene el panteón real donde reposan los cuerpos del conde Sancho García y su esposa Urraca y de su hijo, el de Sancho II el Fuerte de Castilla y el de Sancho III, el Mayor de Navarra, entre otros. Dicha iglesia alberga diversos tesoros y piezas de la época, y destaca sobremanera el altar mayor barroco dedicado a San Iñigo. Por último no deberíamos dejar de visitar la Iglesia de San Juan, de estilo gótico de bonita planta y disposición arquitectónica, de la que destaca la Torre de San Juan, en la que han realizado una restauración que conserva gran parte de sus elementos originales.
-
Frías
Esta villa que destaca por sus típicas y tradicionales calles estrechas, controla la comunicación de La Bureba con las regiones más septentrionales. El casco conserva un trazado y ambiente medieval, con sus casas colgantes de madera, en el que podemos encontrar la Iglesia de San Vicente, con vestigios de su origen románico, la Iglesia de San Vitores, de la que únicamente conservamos su portada y estructura original, y los conventos de San Francisco y Santa María del Vadillo.
Vigilante desde lo alto del cerro rocoso más elevado, se sitúa el Castillo de los Duques de Frías, levantado entre los siglos XII y principios del XVI, en el que destacamos la torre del homenaje y los ventanales de estilo románico decorados con diferentes representaciones.
-
Santa Gadea del Cid
Localidad que destaca por el castillo de San Pedro y la iglesia del mismo nombre, rodeada parcialmente por un recinto amurallado del que se conserva una gran totalidad, al igual que su casco histórico.
-
Ameyugo
Situada en el comienzo del desfiladero donde se ubica también Pancorbo, es conocida, entre otras razones, por el Monumento al Pastor, levantado en homenaje a los sufridos pastores, y el torreón fortificado a pies del río Oroncillo.